Crucifijo en el Vaticano

Santos

Santa Teresa de Lixieux – Viaje a Roma

La segunda experiencia que viví se refiere a los sacerdotes. Como nunca había vivido en su intimidad, no podía comprender el fin principal de la reforma del Carmelo. Orar por los pecadores me encantaba; ¡pero orar por las almas de los sacerdotes, que yo creía más puras que el cristal, me parecía muy extraño...!

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Madre Laura Montoya – La Obra de los Indios

Su obra misionera rompió esquemas, para lanzar a la mujer como misionera en la vanguardia de la Evangelización en América Latina. “Después de una “viva oración Eucarística”: "tuve fuerte deseo de tener tres largas vidas: la una para dedicarla a la Adoración, la otra para pasarla en las Humillaciones y la tercera para las Misiones”.

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San Vicente de Paul

Se dio cuenta de que la causa principal del decaimiento de la religión en Francia era que los sacerdotes no estaban bien formados. Él decía que el mayor regalo que Dios puede hacer a un pueblo es dale un sacerdote santo. Por eso empezó a reunir a quienes se preparaban al sacerdocio, para hacerles cursos especiales, y a los que ya eran sacerdotes, los reunía cada martes para darles conferencias acerca de los deberes del sacerdocio.

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San Pedro de Alcántara

Este es un santo que se hizo famoso por sus terribles penitencias. Cuenta Santa Teresa de Ávila que San Pedro de Alcántara se le apareció a ella después de muerto y le dijo: “Felices sufrimientos y penitencias en la tierra, que me consiguieron tan grandes premios en el cielo”.

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Yo, Francisco me presento

Un día paseando entré en una ermita ruinosa llamada San Damián. Un crucifijo románico que pendía del fondo de la ermita junto al altar mayor me habla con estas palabras:"Francisco ve y repara mi iglesia que amenaza ruina”. ¡Qué asombro. No era la vieja capilla lo que tenía que arreglar, sino la Iglesia viva que formamos todos los hijos de Dios.

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Santa Bernardita

Santa Bernardita no fue canonizada por haber visto a la Virgen Santísima, sino por haber subido por la escalera de la santidad a través de enormes pruebas y cruces. Este es el sello de la santidad, “sufrimiento unido a gozo celestial”.

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San Juan Bosco

“Hijos míos, procurad que, cuando vuestro cuerpo sea reducido a cenizas, vuestra alma este feliz en el cielo. Seamos cuerdos y no insensatos: porque si no, llegaría el día que en que tendríamos que llorar muy amargamente nuestra insensatez”.

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La Conversión de San Pablo

“Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, yo el primero de ellos. Jesucristo quiso demostrar toda su ecuanimidad para que yo sirva de ejemplo para los que en la fe, en Él obtengan de ahora en adelante la vida eterna”.

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Santos Incorruptos

Ha querido Dios dar el don sobrenatural de la preservación que desafía las leyes naturales en algunos casos de probada santidad, con motivo de robustecer nuestra fe y engrandecer la memoria de ese modelo de FE.

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